Cuántas veces te habrán repetido lo importante que es quererse a uno mismo. A veces incluso, te habrá dado la sensación de que estas cosas se dicen por decir pero la realidad es que jamás encontrarás amor más profundo y más verdadero que el que deposites en ti. Practicar yoga de forma regular contribuirá significativamente en la percepción que tienes de ti mismo al tratarse de de una disciplina integral que procura buscar la conexión entre mente, cuerpo y alma para ayudarnos a entender quienes somos y cómo nos relacionamos con nuestro entorno.
En el post de hoy te desvelaremos 5 posturas que te ayudarán a sintonizar mejor con tu interior desarrollando tu amor propio, fuerza de voluntad y autoestima.
Explorando las vías del autoestima
El autoestima es la capacidad que tenemos los humanos de sentirnos bien con nosotros mismos: auto- (por si mismo), -estima (querer). Esta cualidad nos hace ver que cada uno de nosotros somos merecedores de amor, respeto, triunfo, etc… independientemente de lo que piensen, hagan o digan los demás.
Se suele decir que una de las enfermedades más extendidas en la humanidad es la falta masiva de autoestima. Podemos comparar el autoestima con una semilla que debe florecer, para que esta florezca hay que regarla y mimarla constantemente. Si se deja de regar y, en cambio, no se cuida la tierra donde debe crecer, ésta jamás logrará su fin.
Esta pequeña metáfora nos ayuda a entender el mecanismo del autoestima. Es cierto que no todo el mundo parte de la misma base; si desde pequeño has sufrido traumas o carencias es muy probable que la capacidad que tengas de quererte o confiar en ti mismo se vea truncada. Todas las experiencias que nos suceden durante la vida, sean buenas o malas, definirán nuestro autoestima y la percepción que tenemos de nuestra persona. Cada insulto, fallo o experiencia traumática se convierte en una razón más para dejar de regar y nutrir nuestra semilla. Estas situaciones negativas programan nuestra mente de tal manera que nos afectará a la hora de confirmar si somos merecedores de amor, felicidad y toda una lista de cosas buenas.
El desapego emocional
Los seres humanos vivimos en contacto unos con otros y las relaciones sociales que establecemos nos harán sentir emociones tanto positivas como negativas. Muchas veces creemos que está en manos de la otra persona el hacernos felices o hacernos sentir bien, pero eso es un error. La capacidad de sentirse bien y a gusto con uno mismo no puede venir de las relaciones externas, el dinero o el poder, tiene que florecer dentro de cada uno. A través de una práctica constante de yoga y meditación uno logra entender que la felicidad y el amor los debemos encontrar dentro nuestro y solo podemos depender emocionalmente de nosotros mismos.
Existen distintas vías para combatir la carencia de autoestima. El yoga aparece en nuestras vidas como una disciplina que es capaz de “reprogramar” nuestra mente y la percepción que tenemos de nuestra persona.
Reprograma tu mente con el Yoga
El yoga y la meditación son dos prácticas que han demostrado ser clave en el desarrollo de nuestros esquemas mentales. A través de la práctica uno puede redescubrir su potencial, crecer a nivel personal desarrollar voluntad, confianza en uno mismo y la capacidad de distinguir y separar los sentimientos y emociones negativas de las positivas.
Esto se consigue llevando la mirada hacia dentro, haciendo una revisión interna que nos ayudará a comprender mejor qué somos, qué valemos y cómo podemos llevar el control de nuestras propias vidas.
“El yoga es un camino hacia la libertad. Con su práctica constante, nos podemos liberar del miedo, angustia y soledad”, Indra Devi
A través de la meditación trabajaremos el envío de mensajes positivos a nuestra mente con el objetivo de crear abundancia de positivismo en la relación que tenemos con nosotros mismos.
¿Qué son los sankalpas?
En la tradición Védica se trabaja el concepto ‘Sankalpa’; pensamiento, intención y determinación de llevar a cabo una acción. Se trata de una resolución afirmativa que nos permite programar de nuevo nuestra mente. Estas afirmaciones se suelen incluir durante las meditaciones guiadas o prácticas de yoga para elevar el autoestima de los participantes. Por ejemplo, si practicamos yoga por la mañana quizás durante la meditación nos sugerirán que focalicemos nuestros pensamientos en que ‘hoy va a ser un buen día’. También puede ser que al terminar una clase de yoga el profesor/a haga incidencia en la importancia que tiene darnos las gracias a nosotros mismos por haber conseguido llegar hasta donde estamos, cosa que muchas veces damos por sentada.
Asanas para mejorar tu autoestima
A pesar de que todas las asanas son buenas para nuestro autoestima, se ha detectado que algunas particularmente son perfectas y se usan junto los sankalpas mencionados anteriormente. El hecho de aplicar disciplina, retar y reeducar al cuerpo y mejorar la postura corporal nos ayudará a mejorar la relación que tenemos con nosotrxs mismos.
No usamos nuestros cuerpos para conquistar las asanas, sino que usamos las asanas para conquistar nuestro cuerpo y nuestra mente.
Tadasana / Postura de la montaña
Esta postura es perfecta para empezar ya que el cuerpo permanece inmóvil y erguido con los pies firmes en el suelo. A nivel psicológico, practicar esta postura nos aporta estabilidad y apoyo. Tadasana nos aporta firmeza y evita que tambaleemos ante situaciones que nos puedan desconcertar o desequilibrar.
Para entrar en esta postura, ponte en pie al frente de la esterilla, pies al ancho de las caderas y pelvis retroactivada. Los brazos caen a ambos lados del cuerpo y los hombros los alejas de las orejas. Una vez te sientas cómodo, puedes cerrar los ojos y respirar.
Te proponemos que te quedes almenos 30 respiraciones en esta postura mientras repites el sankalpa “me acepto y me quiero tal y como soy“.
La secuencia del guerrero / Virabhadrasana
Tanto el guerrero I, II o III son posturas que nos permiten a conectar y fluir con nuestro guerrero interior. Estas posturas de pie, que requieren equilibrio, nos ayudan a trabajar la estabilidad y la seguridad. La secuencia del guerrero fomenta el fortalezimiento de piernas, abdomen, hombros y espalda. Te recomendamos que transiciones entre los 3 guerreros quedándote 10 respiraciones en cada uno mientras repites el mantra: “confío en mí mismo y en mis capacidades“.
EMPIEZA A PRACTICAR VIRAYOGANavasana / Barco
Todas aquellas posturas que nos obligan a trabajar el “core” o centro del cuerpo nos ayudarán a llevar la mirada hacia dentro. La postura de la nave o navasana es una postura que requiere mucha concentración, fuerza abdominal y equilibrio, por ello se considera que es una de las posturas más completas del yoga. También es cierto que es una postura que suele dar ‘pereza’ practicar porque requiere mucho esfuerzo y fuerza de voluntad. Te recomendamos que practiques esta postura a diario y lo hagas haciendo 5 sets de 10 respiraciones mientras repites “soy capaz de hacer todo lo que me proponga“.
Salamba Sirsasana / Invertida sobre la cabeza
La prácitca de posturas invertidas nos ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva y a relativizar. Se considera invertida cualquier postura donde la cabeza quede por debajo del corazón. Salamba Sirsasana es una de las posturas invertidas más popularizadas y también se la conoce como la ‘reina de las posturas’ en el dominio de las invertidas. Se dice que lograr esta postura implica que el yogui ha dado un paso más allá en su desarrollo personal y ha logrado alzancar un nivel más de equilibrio, fuerza y confianza en sí mismo. En realidad, cualquier postura que suponga un reto nos ayudará a trabajar nuestro ego de forma positivia y alimentará nuestras ganas de ser mejores y superarnos. La clave estará en elegir la tuya.
En Sirsasana cambiamos por completo la posición natural del cuerpo y eso hace que consigamos incrementar el riego sanguíneo renovar la circulación sanguínea del cuerpo y oxigenan el cerebro. También es una postura que nos obliga a centrarnos en la respiración y en el ahora. Proponemos que te quedes 10 respiraciones en esta posición repitiendo el mantra: “doy gracias a mi cuerpo por acompañarme siempre en mi evolución“.
En caso de no atreverte con esta postura siempre puedes practicar cualquiera de las 4 variantes de Prasarita Padottanasana, Adho Mukha Svanasana (perro boca abajo o delfín) o Salamba Sarvangasana (invertida sobre hombros).
Padmasana / Postura de la flor de loto
Para acabar terminamos con la postura básica de meditación: padmasana. También puedes sentarte en medio loto o simplemente con las piernas cruzadas como en la foto. Si te cuesta mantener la espalda recta, puedes colocarte un zafu de meditación debajo de los isquiones para estar más cómodo. Deja caer tus manos encima de las rodillas, inclina un poco el mentón y cierra los ojos. Concéntrate en tus respiración y deja que los pensamientos fluyan. Termina tu práctica con 30 respiraciones mientras repites para tí mismo: “soy merecedor de todas las cosas buenas que me puedan suceder“.
Esperamos que con estos consejos seas capaz de encontrar esa luz interna que te guiará por la conquista de tu amor propio. ¡Namasté!
El yoga recorre un sendero sin fin pero el viaje es mágico. Disfruta del proceso y si te ha gustado este artículo te animamos a que lo compartas en tus redes sociales y nos dejes un comentario.